Grito palabras sin sonido,
que resuenan en ninguna parte.
Y en el fondo de la gruta donde habita la magia
muere la llama de la vida.
Fuego mortal que quebranta la noche
y encanta insectos que me espían
vertiendo mentiras.
Dulce rayo de luz mortecina, en otro tiempo deseado,
guía el destino de aquella serpiente de color.
Ignoro el final.
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