En la bajamar he descubierto
poseida por miles de diminutos
ojos la botella que siempre
había contenido la
pócima del recuerdo.
Aquel accidente anunciado
presiento que está -entre todos-
acechándome.
Caminar clavando los dedos en
la arena, desojando una a una
todas las botellas. Y vivir notando
dia a dia que hoy no es: será
mañana.
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