de mi tumba han robado
el antiguo amuleto de la virgen
y cada noche
una nueva dama cae al suelo

recuerdo cuando tú mi pequeño lobo
paseabas entre sueños de hojalata

ahora no estás y
-ni siquiera-
tu huella de terciopelo
encuentra pronto lo que busca
pájaro de los mil sueños
y tráeme al recuerdo
las noches

tierra funesta

ahora veo con claridad la mentira
y solo
un duende no sobrevive

Entreabro las contraventanas

Anhelo encontrar detrás
la luz fría de la mañana
que me ayude a llegar

Eterna noche humedecida

Agotadas las fuerzas me rindo
abandono la marcha

Los de Tíndalos están cada vez más cerca
y nada puedo hacer ya para evitarlos